CAPÍTULO 6

POV BROKE

-Muchas gracias por traerme- salgo del coche.

-No es nada, Broke. Vamos, te acompañaré.

-No es necesario- intento librarme de que entre en casa.

-Al contrario, me gustaría ir contigo.

-Esta bien- no podré hacer nada.

Llamo al timbre y mi madre me abre y me abraza cariñosamente, la señora Irwin pasa detrás de mí.

-Hola- saluda mi madre- Broke me habla mucho de usted, pase por favor.

Ambas se sientan en el sofá y yo me ofrezco a preparar dos tazas de té. Mentras el agua se calienta subo a mi cuarto, mi padre aún no ha llegado de trabajar, espero que se alegre de verme allí a la vuelta, le dije a mi madre que no se lo contara. Mi hermana debe estar al llegar también.

Paso a mi cuarto, hace dos meses que no he entrado, todo sigue intacto. Dejo el bolso que he traído con lo justo para el fin de semana en la cama.

“Flashbacks”

-Pues dice que le das asco, nunca saldría contigo.

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-Estas mucho más gorda ahora, no te deberías comer eso.

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-¡Foca!

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-No creo que consigas superar el siguiente curso, ¿has pensado hacer otro tipo de estudios y dejar esto?

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-No te queda bien, quizá si bajaras de peso.

“FDFB”

-¡Broke, Broke!

¿Estoy tendida en el suelo o es mi cama?, abro los ojos y veo dos siluetas femeninas. Mamá y la señora Irwin se miran y respiran aliviadas. Noto mi cara húmeda y mis manos están temblando.

-Ya está, cariño, estamos aquí.

Mi madre baja para acompañar a mi enfermera, miro mi horrible aspecto en el espejo y procuro serenarme frente a ambas cuando las acompaño.

-¿Será buena idea dejarla aquí hasta mañana?

-Sí, no me separaré de ella- mi madre me abraza con fuerza.

-Broke, cielo, mañana vendré a por ti. ¿Me prometes que todo estará bien?

Y asiento, mintiendo, mintiéndole a las personas que más quiero y apretando en el bolsillo de mi chaqueta la caja con el par de cuchillas.

POV MICHAEL

Pulso el botón del ascensor y subo hasta el séptimo piso. Pizza barbacoa y helado suele gustar a todo el mundo, ¿no?, o al menos eso es lo que me pregunto revisando las cosas en la bolsa. Cuándo llamo a la puerta se escucha algo caer al suelo, después una puerta cerrarse y finalmente alguien me abre.

-Michael- me deja pasar y me quita la bolsa rápidamente- no se te ocurra pasar a la cocina- dice apurada.

-¿Pasa algo?

-Solo no entres- se pone entre una puerta de madera y yo.

-No será para tanto.

-Si lo es, te asustarás, lo digo en serio.

-Pero para lo que he traído necesitamos la cocina.

-Yo lo pondré- esconde la bolsa.

-Vale, vale. ¿Dónde me quedo entonces?

-Mira, aquí está el salón, la pelí que he elegido está en el pen drive y por cierto, hay palomitas... aunque algo quemadas pero puedes comer ya si quieres.

POV SCARLETT

Uf. Moriría de vergüenza si viera la que tengo montada en la cocina y todo por unas malditas magdalenas, me rindo. Scarlett, no sabes cocinar. Le dejo en el salón y vuelvo para terminar el estropicio.

POV MICHAEL

Repaso las cosas que hay por el salón pero en seguida me aburro, no creo que lo que sea que tiene montado en la cocina sea para tanto. Abro la puerta sin llamar y ella está de rodillas frente al horno toqueteando un botón. Ruedo los ojos por la cocina, toda la mesa está llena de ingredientes, hay un bol con un liquido espeso y marrón oscuro, parte de la mesa está manchada con el.

-¿Es qué está mierda no sube nunca o que?- dice enfadada.

Me fijo en que se ha recogido el pelo en una especie de moño y me fijo aún más en un tatuaje que hay en su nuca, el cual ha tapado siempre con el pelo, no distingo que es exactamente y decido toser para que sepa que estoy allí. Se gira y dos mechones de su pelo rizado caen por su cara, parece que va quejarse porque haya entrado pero simplemente se ríe y se sienta sobre sus piernas.

-¿Necesitas ayuda?

-Necesito que este maldito horno me haga caso.

-No tenias porque hacer nada.

-Ya, pero me apetecía- apaga el horno y respira profundamente- no me saldrán.

-¿Y si lo dejas encendido para poder hacer la pizza?

-Hm- lo vuelve a poner en marcha rápidamente- voy a meter el helado aquí- lo pone en uno de los cajones del congelador.

-¿Estamos solos?

Asiente y se pone a recoger las cosas.

-Déjalo, puedo ayudarte luego y además quiero enseñarte algo.

-¿El qué?- dice con curiosidad, me gusta eso.

-Necesito que me enseñes tu guitarra acústica.

-Ah, claro.

Me guía hasta el piso de arriba y pasamos a su cuarto. Huele como a vainilla y todo está ordenado. Hay muchas notas de colores por las paredes con lo que parecen ser frases de libros, también un equipo de música no voy grande y junto a la cama hay un poster, no me había equivocado mucho, son los cinco chicos de One direction.

-Que no te impresione tanto orden, nunca está así.

Saca una caja de debajo de su cama y desempaqueta la guitarra.

-Toda tuya, ¿quieres que te enseñe lo único que se?- yo asiento y me siento en su cama, ella opta por el suelo y empieza a tocar, es verdaderamente patosa, pero no lo hace mal- solo es eso, es el comienzo de

-What makes you beautiful, lo sé, la conozco a pesar de que no lo parezca. A algo así me refería con lo que te quería enseñar, a ver si te suena.

POV SCARLETT

-Pero si no sabes tocar la guitarra- se la doy y abrazo mis piernas en el suelo.

-Bueno, te mentí- mi boca cae abierta, ¿va en serio?, ¿va a tocar la guitarra?

Primero se dedica a afinarla y luego, antes de comenzar a tocar posa sus ojos en mí. Mi corazón da un vuelco, sus ojos azules me miran por dos segundos y me hace una burla antes de comenzar a tocar. Dios.

Escucho el comienzo de Moments, ¿esto lo ha hecho a posta?, ¿qué tipo de broma es?, ¿como lo sabe? quizás solo ha sido casualidad. Noto el vello de mis brazos erizarse y tengo que pestañear varias veces para evitar derramar las primeras lágrimas.

Me levanto y le doy la espalda, no quiero que me vea así. Las notas dejan de escucharse.

-¿Lo siento?

-No- me limpio las mejillas- no pasa nada- le miro y sonrío quitando importancia.

-¿Estás bien?

¿Por qué cuando la gente pronuncia esa frase es un detonante para mí?

-Sí- digo con dificultad. Me tapo la cara con las manos y no puedo aguantarlo, rompo a llorar.

-Hey, no llores- pasa mi pelo tras mi oreja- ¿qué esta mal?

-Todo.

-¿Por qué está mal todo?

-Porque sí- se que mis ojos ya estarán hinchados.

-Oye- agarra mi cara – deja de llorar, por favor- asiento.

El timbre del horno pita y Michael y yo reímos al mismo tiempo por el salto que he dado del susto.

POV LUKE

Me apoyo en el coche de Marie al llegar a su casa para esperarla. El día esta bastante nublado pero por suerte no esta lloviendo. Me entretengo un rato haciendo dibujos en uno de los cristales del coche, la humedad lo ha dejado empañado.

-¿Lo pasas bien?- me giro al escuchar a Marie.

-Sí... joder- se me escapa sin querer.

Lleva un vestido rojo ajustado a la altura del pecho que llega hasta sus rodillas siendo más suelto. Está como siempre solo que lleva una diadema negra con lo que parecen ser puas que le arrastra el pelo hacia atrás y, a pesar de que no entiendo nada de maquillaje lo único que le noto es una linea de color negro perfilando sus ojos y los labios del color de su vestido.

-¿Es es lo que vas a decir?, ¿joder?- se echa a reír.

-Eh- dejo de mirarla de arriba a abajo- no. Estas muy guapa.

-Gracias- juega con uno de sus mechones- tu estás genial, Luke.

Rodea el coche y abre la puerta, me siento a su lado y mientras arranca me mira antes de ponerse en camino.

-Gracias de nuevo por esto.

POV MARIE

Luke en traje, camisa blanca y corbata azul prácticamente a juego con sus preciosos ojos, ¿es esto legal? Procuro apartar la vista de él mientras conduzco pero me es imposible un par de veces.

Dejo el coche en el parking. El lugar de la celebración en bastante grande y mientras entramos no dejamos de vez todo tipo de globos y adornos varios. Uno de los empleados está tras una pequeña mesa con muchos papeles, imagino que es el que nos dirá nuestro sitio.

-Marie Carter.

-Un momento, señorita- el chico se excusa amablemente y repasa las largas listas de los folios- muy bien, estáis en la mesa 16.

-Perdone- Luke se pone a mi lado- ¿en que mesa está el hermano del novio?, me gustaría saludarle, es un amigo- yo le miro desconcertada, ¿qué hace?

-Oh, está en la 4.

-Gracias.

-¿Se puede saber a que venía eso?

-Quería saber dónde está ese estúpido, ¿pasa algo?

-Si pasa, no hagas nada que nos conocemos.

-Vale- asiente aguantando una sonrisa.

-Luke- le aviso.

-Que sí, que sí. Vamos.

Entramos en el gran salón donde están ya casi todos los invitados. Los padres de Howard, el hermano de Kevin, están en la mesa más larga con los padres de su chica. No me hace falta mirar el número de las mesas, localizo a Kevin, está de espaldas en su mesa hablando con los demás comensales. Tiene una mano rodeando los hombros de su novia.

“Flashback”

-No era lo que parecía.

-No Kevin, tu lengua en su garganta no era lo que parecía.

-Solo fue un calentón, no se que me pasó. A mi me gustas tú.

-Ya, claro. ¿Has terminado?, me gustaría irme a casa.

-Nena, no te enfades- me acerca a él poniendo una mano en mi cintura y otra en mi mejilla- perdoname, sabes que quieres estar conmigo.

-¡Mira ya está bien!, que te den. Ni si quiera me gustabas, ¿no preguntabas tanto quien era ese tal Luke?, pues solo salí contigo para olvidarme de lo que sentía por él. Sí, soy tonta porque si que llegué a sentir algo por ti, pero gracias por aclararme las dudas.

-Bueno, pues tu también me engañaste, estamos en paz.

-No, Kevin. Yo no te he engañado con ninguna persona, eso es lo peor y tu has demostrado ahora mismo ser lo peor. Quítate de mi vista.

“FDFB”

-Bueno, ahí está- me dice Luke al oído.

-Ya le he visto, vamos por ese otro lado mejor, anda.

-No, que va- agarra mi mano y tira de ella. Recorre la sala y pasa totalmente a proposito junto a la mesa de Kevin. Te odio, Luke Hemmings.

-Hombre, si eres tú, Marie.

Me giro lentamente y pongo una de esas sonrisas falsas que tan bien se me dan, Luke se ha parado conmigo y me invita a ir y saludarle.

-Esto no tiene gracia, Luke.

-Créeme que la tiene- afirma cuando Kevin se acerca.

-Hola, Marie- me besa en ambas mejillas- hola, ¿tu eres?- le tiende la mano a Luke.

-Él es un amigo que...- Luke le saluda cortándome.

-Soy Luke, su novio, un placer.

¿QUÉ ACABA DE HACER? Mi corazón de un vuelco, ¿cómo se le ocurre? Dios, noto mis mejillas arder, estoy muerta de vergüenza. Luke me aprieta contra él pasando una mano por mi cintura, el corazón se me va a salir del pecho.

-Ah, Luke eh- dice Kevin, más a mí que a él.

-Sí- tartamudeo- esto, ¿qué tal la boda? ¿ha ido todo bien?

-Sí, todo bien.

-Íbamos a venir antes pero

-Pero ella es una tardona y a querido preparar unas cuentas cosas. Ya ves tú, para una sola noche que hemos decidido pasar en un hotel.

Luke, te mato, te mato, te mato. Aunque la cara que ha puesto Kevin hace que me sienta jodidamente bien. Woah.

-Ya, mujeres. Bueno, pues nos vemos por aquí chicos.

Kevin se marcha, agarro a Luke del brazo y me lo llevo hasta los jardines que hay fuera.

-¿Pero tu estás loco?

-Pero si te estás riendo, ¿no es genial la cara que ha puesto?

-No, no es genial, creí que me iba a morir allí mismo.

-¿Por qué?- mierda, no me esperaba la pregunta.

-Por si pillaba que mentías- improviso.

-Que va, venga vamos. Tengo hambre.

-Tú siempre, Luke.

POV MICHAEL

-Bueno, ¿he acertado?

-No está mal, nada mal.

Alza las cejas y parece orgullosa. Realmente estuvo bien que eligiera Zombiland. Apaga el televisor y se me queda mirando desde el otro lado del salón.

-¿Algún trozo de salsa barbacoa por mi cara?- restriego mis labios rápidamente.

-No, es que me acabo de acordar del helado.

Se marcha hasta la cocina casi dando saltitos, escucho los cajones cerrarse y el tintineo de la cubertería. Después se escucha un golpe.

-No se me a caído nada al suelo- grita.

-No, que va- me acomodo en el sofá riéndome de la situación.

-En serio- viene con todas las cosas en la mano.

-Pareces bastante patosa.

-Uy, “pareces”. Se nota que no me conoces.

-Bueno, tenemos bastantes horas para eso.

-Sí, y vas a empezar explicándome porque no me dijiste que sí sabias tocar la guitarra y si no te quedaras sin este rico helado- introduce la cuchara en el bol y se la lleva después a la boca.

-No lo creo.

-Pues empieza.

-Bueno, cuando dijiste que podías buscar clases por lo de la guitarra se me ocurrió que podía ser una manera original de decirte que yo puedo ayudarte. Digamos que quería sorprenderte.

-Digamos que lo has hecho, y...¿cómo es tu apellido?

-Clifford.

-Vale, y ¿cuánto me cobrará por clase señor Clifford?

-Oh, señorita...

-Williams.

-No pienso cobrarle nada, señorita Williams.

-Michael, en serio- para la broma- no tienes porque hacerlo.

-Bueno, pero quiero. Y ya que estamos con esto de la sinceridad, ¿por qué estabas llorando hace unas horas?