And if the earth ends up crumbling down to it's knees baby, we just gotta get out we just gotta get out. And if these skyscrapers, tumble down and crash around babe, we just gotta get out, we just gotta get out.

domingo, 8 de febrero de 2015

Capítulo 42

Capítulo 42.

POV SCARLET (Fin de semana siguiente)

Echo y echo cosas en el carro del supermercado para la fiesta de por la noche. Que sí cervezas normales para la gente que mas le gusta que si cervezas con un toque de limón para los que son más parecidos a mí. Patatas, frutos secos, nachos y salsa para estos, pizzas para cortarlas en trozos y servirlas...

-Te sería más barato comprar el supermercado entero.
-Si me prostituyo para pagarlo lo mismo podría.
-Me gusta compartir pero no tanto.- cierra sus manos por delante de mi cintura y me da un beso en la mejilla.
-Ahora nada, ya me has tentado a comprarme el supermercado entero.
-No volveré a meterme contigo.
-Perfecto. ¿Cacahuetes solos o con miel?- le enseño ambas bolsas, se encoje de hombros. Tiro los dos al carro y encesto.
-Tenemos que ir a por una tarta. Ya sabes, por aquello de que mañana es tu cumpleaños.
-La de queso con frambuesa.

Me mira extrañado, llevo todo el rato pensando en los demás y con la tarta no he dudado en ningún momento. ¿Qué pasa? Mi tarta es sagrada. Agarro su mano y volvemos hasta el carro. Nos paramos en los congeladores de tartas, bizcochos y helados. La cojo sin pensar y es lo último que entra en la compra.

-Oye, ¿cómo va lo de Marie?
-Pues, he hablado con Ashton. Al principio también parecía molesto por haberse callado lo de Calum pero en realidad la entiendo, yo no estoy enfadado con ella. Quiero decir, se que podría haber sido peor pero no lo fue y Luke se pasó demasiado. Me contó lo que le dijo cuando se entero y... creo que no lo hizo nada bien.
-¿Qué le dijo?
-Algo como que se podía ir olvidando de él.
-Joder.
-Sí, joder. Después de lo de su amnesia... no se como pudo ser capaz. Pero, en fin, la gente dice tantas cosas sin pensar.
-23 con 65- la voz de la chica de la caja me saca de la conversación con Michael. Mierda solo tengo 20. Saco el dinero y ella espera con la palma de la mano abierta. Le miro a él muerta de vergüenza, de verdad que odio que me pasen estas cosas.
-Quédate aquí, voy a cambiar la tarta por la de chocolate, es menos elaborada y más barata.- cojo la de queso con prácticamente todo el dolor de mi corazón, porque de verdad que es mi favorita.

Rueda los ojos y abre las piernas para impedirme en paso, choco con su pecho y refunfuño. Me la quita de las manos y la deja donde estaba. Saca la cartera y añade a la mano de la cajera un billete de 10, tras esto guarda el cambio. Metemos las cosas en las bolsas y le adelanto andando por la acera.

-¿Tienes prisa?- llega a mi altura, aprieto mis labios.- Vamos, no seas tonta, no han sido ni 4 dolares.
-No, Michael, es que después de esos 4 vienen más y más y no quiero dejarte, no tienes que pagarme nada. Hubiera cambiado la tarta y simple.
-¿Cómo que simple? ¿Te crees que no me he dado cuenta de que es tu favorita y quieres esa? Venga ya, ¿qué problema tienes con aceptar cosas de los demás?
-Pues que me incomoda.
-Pues que deje de incomodarte.
-Pues no.
-No pienso hacerte caso.
-Ugh, que cosa más idiota de hombre.
-¿Me acabas de llamar idiota?
-Sí- no lo evito y se me escapa la sonrisa ante su cara de puro dramatismo exagerado.-¿no te ha quedado claro? Llevo el estuche en mi mochila, te lo pinto con permanente en la espalda si quieres.
-Atrevete y te faltan escaleras para correr cuando lleguemos a mi casa.

Mi mira esperando a que el reto empiece a divagar por mi mente. Me muerdo el labio aguantándome las ganas de hacerlo, no se cuanto tiempo tiene la camiseta blanca que lleva como para que le de igual pintarla o no.

-Uy, que cobarde.

Entorno los ojos y le doy las bolsas. Rebusco por mi mochila y cuando saco el rotulador de punta gorda lo sostengo en la boca y vuelvo a colgarme la cartera. Pruebo a pintar en mi mano, pinta estupendamente. Sujeto su camiseta y con lentitud para no hacer manchurrones escribo un enorme “IDIOT” en color rojo.


-Perfecto, pequeña. Me voy a divertir mucho.- Escucho tras dejas las bolsas en la mesa de la cocina, él me imita.
-¿Oye, cómo que pequeña? ¡No me robes los motes!

Me apoyo en el frigorífico soltando un bufido. Mala idea. Se acerca a mí de manera intimidante y deshace mi cruce de brazos. Hace chocar nuestras frentes obligándome a mirar hacia arriba cuando queda a una altura algo superior, noto mi respiración descompasada. Sus cálidos labios comienzan a marcar su territorio por mi cuello y aprieta mis muñecas inmovilizándome. Balancea sus caderas contra las mías y mi trasero se pega más a la superficie lisa del refrigerador. Dios mio, que calor.

-¿Sigo siendo un idiota, preciosa?

Sube una mano a mi pelo acariciando unos cuantos mechones, me aprovecho de la situación con la poquita cordura que me queda pasando la mano sobre el bolsillo trasero de su pantalón y agarrándole del culo para pegarle más a mi. Escucho su risa cuando me besa en la mejilla y decido hacerle rabiar un poquito. Suelta mi otra mano y agarro su cara, finjo que voy a besarle y atrapo su labio inferior dando un pequeño mordisco. Le aparto de un empujón y salgo corriendo hasta el salón. No tarda mucho en llegar y atraparme, me tira contra el sofá quedándose encima. Esta vez le beso con cariño, intentando trasmitirle cuanto quiero que me haga suya.





















POV CALUM

Me toco la mandíbula frente al espejo, ya no parece quedar mucho del hinchazón del labio y cada vez va a menos el dolor de estómago, lo único que sigue molestándome es la muñeca. La escayola me llega hasta mitad del antebrazo y acaba entre mis dedos índice y pulgar. Intento peinarme y sujeto el cepillo de dientes entre dos dedos de la mano vendada como puedo para echar el dentífrico. Me lavo los dientes y termino de vestirme eligiendo una camiseta roja y negra del armario.
Mi hermana está sentada en el sofá con un libro de geografía y un café. ¿Ella no quedó con Marie antes del accidente para algo de un trabajo sobre eso? Que raro que entonces no esté por aquí, tengo que hablar con Marie pronto.

-¿Mali, ese trabajo no lo hacías con Marie?
-No, era por separado, solo habíamos quedado para aclarar dudas juntas.- ni si quiera me mira mientras lo dice.
-¿Y por qué no le dices que venga? Yo creo que le vendrá bien, la pobre tiene que tener un montón de cosas atrasadas en clase.
-Me da igual.
-¿Qué estás diciendo?- nunca había visto así de borde a mi hermana.
-Estoy diciendo que no quiero saber nada de ella y tu tampoco deberías, ¿se puede saber cómo sigues siendo su amigo después de lo que te hizo?
-¿Qué me hizo si se puede saber?
-Pues dejar que te dieran una paliza, ¿estás tonto o que?
-Bueno, ¿y qué? Yo le pedí que no dijera nada.
-Y está mal precisamente por ello.
-Claro, ¿te has parado a preguntarle por qué lo hacía?
-Yo no quiero volver a hablar con esa.
-Pues peor para ti. Me hace gracia que vayas de hermana mayor responsable y luego no seas capaz de hablar con alguien de manera civilizada, enterate ya, tenía que pasar lo que pasó y punto. Y me voy, dile a papá y mamá que como fuera y que vendré tarde, celebramos el cumple de una amiga.
-Oye- se levanta y viene hacia la puerta.
-¿Qué?
-Hm, Kevin ha vuelto a ir a algunas clases y bueno... que está muy cerca de ella. No me fio, ¿vale? Díselo a Luke.- ruedo los ojos y asiento. A veces llegas a ser muy orgullosa, hermanita.


Cuando llego a casa de Allison lleno su ventana de whatsapp de símbolos graciosos acompañados de un mensaje: “Estoy aquí, ¿bajas o subo y te secuestro? Podría hacerlo.” Ando de un lado a otro esperando en la acera y por fin sale de casa. Lleva unos cortos pantalones vaqueros con una camiseta oscura, también una fina chaqueta marrón claro. Llega hasta mi y se pone de puntillas para darme un abrazo. Doy un beso en su frente y tiro de su mano confesándole el plan que tengo para hoy.

-Nos vamos a ir a comer, donde prefieras.
-Me da igual mientras haya pasta o pizza.
-Pues que sean ambas, no seré yo quien reniegue por comer pizza.
-¿Cómo va tu muñeca?
-Podría estar mejor, y no veas como pica bajo las vendas. Es horrible e incómodo
-Ugh.
-Sí, pero bueno, da igual.
-Espero que ese cabrón lo pague muy caro, en serio.- dice enfadada.
-Ni lo menciones. Ya no está, ¿vale? No voy a dejar que nada más te haga daño y menos otro como ese. Si no fuera por que tenía que verse la grabación de como me pegaba le habría partido la cara.
-Te creo, hasta yo me veo con fuerzas para patearle el culo.

Camino a su lado por la avenida hasta encontrar un restaurante italiano, algo perfecto para lo que buscamos. Nos sentamos en uno de esos asientos acolchados, me pongo a su lado y apoyo mis codos en la mesa. No tarda mucho en notar mi preocupación, y no se como voy a decirle nada si me pregunta. Suspira e intento poner una sonrisa ancha, ella me mira dubitativa.

-¿Todo bien?- pregunta agarrando mi mano cuando el camarero se va con nuestro pedido anotado.
-Sí, sí, no pasa nada.
-¿Quieres saber lo que ha pasado con él verdad?

¿En serio? Dios, sal de mi cabeza, Allison. Sí, mil veces sí. Pero no se hasta donde quiero escuchar sobre lo que haya pasado, ni se como sacarle el tema.

-Si tu me lo quieres contar.
-Sí, claro, ¿por qué no debería decírtelo? Además, es algo genial.- pero bueno, ¿cómo que genial? Juro que no entiendo nada.
-Eh... ¿se supone que tengo que estar bien si me dices eso?
-Pues claro, ¿cómo si no?... Un momento, ¿tú de que estás hablando?
-No, ¿de que estás hablando tú?
-Pues, de que el padre de Johnny lo ha metido en un reformatorio y que no le vamos a ver la cara en una larga temporada. Eso es algo genial.- abro la boca de par en par.
-Ah... esto. Sí, claro, joder eso es la hostia. Que se pudra alllí dentro.
-¿Tú a que te estabas refiriendo?

Me mira con unos ojos tan inocentes que tengo que tragar saliva cuando me doy cuenta de que no dejo de mirarlos. Aparto la vista de ella y me pongo a juguetear con la cesta del pan.

-A nada, no importa.
-Sí, claro que importa. Dímelo. ¿Qué te pasa?
-No tengo derecho a preguntártelo.
-Tienes derecho a preguntarme lo que quieras, después de todo lo que has hecho creo que tienes derecho a cuantas explicaciones necesites.
-Yo es que...- resoplo y me atrevo a volver a posar mis ojos en ella- Allison, ¿hasta dónde te hizo llegar ese tio?

Abre los ojos y agarra las manchas de su chaqueta. Desvía la mirada hacia la mesa y respira hondo.

-¿Ves como no tenía que preguntarte nada?
-No, está bien. Es muy lógico que lo quieres saber de verdad. A fin de cuentas yo estaba contigo, y voy a seguir estándolo.- dice entre la afirmación y la pregunta.
-Claro que sí.
-Vale. Pues, nunca le dejé hacer nada. Quiero decir- coge una bocanada de aire- fue un baboso y lo intentó, pero nunca permití que pasara a mayores. Seguramente podría haberme seguido amenazando pero se ve que todavía le quedaba alguna parte humana y racional, quien sabe. En cualquier caso doy gracias al cielo porque no lo hiciera, yo no quería que me tocase.- acaricio su brazo y lo aparta de sopetón por no esperarlo.- Perdón, me has pillado desprevenida.- lo vuelve a poner sobre la mesa y me deja agarrarla.- Odiaba que hablara de ti, incluso cuanto tu me evitabas. No tenía derecho y menos a decir cosas malas.
-Ven aquí, por favor.

Levanto mi brazo y pega su cara a la parte superior de mi pecho. La abrazo apretándola contra mí. Ponen el primer plato en la mesa, una pizza de peperoni y con los bordes rellenos de queso. Me llevo un trozo a la boca y muerdo el borde, quema bastante y dejo el hilo de queso fundido haciendo camino desde mi boca hasta el plato. Lo corto con el dedo y termino de comérmelo. Ella está observando la escena y riéndose. Me doy aire en la boca con la mano intentando que queme menos.

-Oye no te quedes ahí burlándote de mi. Que mala.
-¿Y qué hago? ¿Soplo? Es que estás muy gracioso.
-Pues podrías.


Me agarra de los mofletes y sopla hacia mis labios, no me alivia mucho pero algo hace. Se que me he quedado con cara de tonto. Me echo hacia delante y beso sus labios, es la primera vez que un beso me sabe a queso fundido y me encanta. Terminamos de devorar juntos la pizza mediana y nos traen dos platos de pasta con una salsa bastante rica. No dudamos en seguir comiendo.