POV BROKE
Definitivamente está loco. ¿Cómo me ha podido convencer?
¿Cómo se le ha ocurrido decírselo a su madre de verdad? Voy a pasar todo un fin
de semana con Ashton, ¿es esto real? Simplemente me cuesta creerlo. Estoy
emocionada y al mismo tiempo me da miedo.
Subo junto a Anne en el coche, me ha dicho que Ashton está
con sus amigos ensayando y que cuando llegue a casa me los va a presentar y
hasta podré verles tocar. Esto es surrealista aunque estoy muy agradecida a
decir verdad. Por primera vez desde que estoy ingresada aquí me veo con fuerzas
para salir, para volver a casa, para empezar de cero.
-Anne, muchas gracias por dejar que me quede. Pero me muero
de vergüenza.
-Calla, tonta. Estarás en tu casa. Tú sabes que te quiero
mucho y vas a ser bienvenida siempre que quieras. Además- comienza a hablar
bajito aunque no haya necesidad- me vienes muy bien. No se lo digas aun a
Ashton pero mañana tengo una cita- sonrío ampliamente y suelto un sonoro “aw”.
-¿Quién es el afortunado?
-Es un antiguo compañero de trabajo. ¿Me ayudarás a ponerme
guapa? Siani aún es pequeña y aun así nada la separa de sus libros. Esta niña
me ha salido muy lectora.
-Eso es genial. A mí también me gusta mucho leer, espero
caerle bien.
Cuando llegamos estoy aún más nerviosa. Desde fuera se
escucha el sonido de una guitarra proveniente del garaje. Miro el jardín, es
una pasada y además hay una colchoneta. Cojo mis cosas y las dejo en la
entrada. Anne llama a los hermanos pequeños de Ashton. En segundos baja una
niña, deduzco que es Siani. Baja algo tímida las escaleras pero en cuanto llega
abajo se le pasa.
-Hola, el pesado de mi hermano nos ha hablado de ti, sé que
eres Broke- trago saliva. Maldito seas, Ashton. Me sonrojo por su culpa.
-Yo también he oído hablar de ti. Me han dicho que te gusta
mucho leer, ¿me enseñarás tus libros alguna vez?- ella asiente efusivamente y
me dedica otra sonrisa.
-¡Harry, baja!- grita Anne.
Un pequeño niño con el pelo tan alborotado como lo suele
llevar Ashton baja las escaleras de dos en dos. Tiene unos ojos preciosos, es
una monada.
-Hola- dice agarrado a su madre.
-Hola, Harry- le tiendo la mano y la agarra sacudiéndola
unos segundos.
-¿Tú eres la novia de Ashton?
-¿Qué? No, yo no, no. Soy una amiga de...
-De su trabajo- Anne me guiña un ojo.
-Así es.
Una vez saludado a los peques Anne me guía hasta las
escaleras para bajar al garaje. Trago saliva y abro la puerta, todo hubiera
sido más fácil si estuviera solo Ashton pero sé que además hay otros tres
chicos. Bajo el primer escalón, escucho unas baquetas. Uno, dos, tres,
cuatro... y un tremendo golpe debatería. Woah. ¿De verdad es él?
Abro la puerta aunque no se percatan de que estoy allí.
Entro poco a poco y, cuando me ve, un chico alto y con el pelo rubio para de
tocar la guitarra. En efecto domino, todos se detienen también.
-Ashton, tienes visita al fin- dice esta vez el chico que
lleva un bajo.
-¡Broke!- grita él y sale de su rinconcito para venir a
saludarme. Me rodea con sus enormes brazos.
-Yo también me alegro de verte- susurro en su oído.
-Es de mala educación no presentar a las personas.
-Eso, eso.
-Vale, relax- Ashton me deja respirar y uno por uno me va
diciendo quienes son.
-Este aburrido de aquí es Michael, porque lleva unos días
que está insoportable- Michael le sonríe sarcásticamente y me saluda después-
este es Calum y este es Luke, tienes su antiguo móvil.
Así que era eso, le había pedido ayuda a sus amigos para lo
del móvil. Pero, ¿este chico es real? Awww.
-¿Te vas a quedarnos a vernos tocar algo?- pregunta Calum.
-Me gustaría muchísimo- digo feliz.
-¿Vosotros no os ibais pronto?- pregunta Ashton meneando la
cabeza. Automáticamente los tres chicos comienzas a reírse.
-Bueno, pronto, pronto…- comienza Michael.
-Podemos quedarnos hasta a cenar si quieres.
-¿Eh?- pregunta Ashton, casi pálido.
-Tranquilo chaval, que en un par de canciones nos tienes
fuera.
-Si os molesto me puedo subir arriba con Anne.
-Tú no molestas-dice Ashton en tono firme.
-Vuelve a la batería y deja de quejarte o será verdad que
nos acoplaremos aquí para la cena- dice Michael. Es el que ha dicho que lleva
insoportable unos días, ¿por qué dice eso de él? Me ha parecido bastante
agradable. Y simpático. Bueno a decir verdad, todos derrochan simpatía y me
están haciendo sentir muy cómoda.
Ashton suspira dándose por vencido. Se pone de espaldas a
los chicos y me dice algo que no llego a escuchar bien porque las guitarras han
empezado a sonar, me da un beso en la mejilla y vuelve a por sus baquetas. Me
siento en el suelo y espero a que empiecen a tocar.
POV ASHTON
De verdad que no veo la manera en que salgan de aquí. Les
echaré a patadas como no muevan el trasero ya y se esfumen. Todos se despiden
de ella y lamentablemente creo que empiezo a saber qué es lo que tanto le está
preocupando a Michael. Broke está hablando con los tres, sonriendo y siendo
adorable como siempre y no puedo evitar mirar con detalle la escena. ¿Y si le
ha gustado alguno de los tres? Mierda, Ashton, le das consejos a Michael que ni
si quiera tú mismo puedes seguir. Vaya un imbécil.
-Nos vamos- Luke me da un par de golpes en la cara para
sacarme de mi trance.
-Buen finde, pequeño Ashton.
-Soy mayor que todos vosotros- me quejo.
-Buena suerte- Calum me guiña un ojo y terminan de
marcharse.
-Uf- exhalo con la mano apoyada en la pared del garaje.
-¿Tantas ganas tenías de echarles? ¿Qué pasa que solo
querías que viniera para quedarte a solas conmigo? ¿Tan estúpida crees que
soy?- le miro estupefacto. ¿Qué?
-Eh, no, yo… es que.
-¡Ashton, dios, que es broma!- se echa a reír- No pretendía
asustarte, ay- no puede controlarlo, sigue riéndose- perdón.
-Cinco.
-¿Cinco?
-Segundos que tienes para correr y esconderte de mí.
-¿Qué?
-Cuatro.
-Ashton.
-¡TRES!
Echa a correr hacia el jardín y rodea la cama elástica para
hacerme más difícil su captura. Corro de un lado hacia otro pero no consigo
cogerle pues ella se va hacia el lado contrario. Subo a la colchoneta y con
dificultad voy hasta donde está pero antes de que llegue se va camino a la otra
punta del jardín. Salto hacia abajo.
-¡Ah! ¡Mierda, mi tobillo!
-¿Estás bien?- grita desde el garaje.
-¡Auch!, ¡No!
-¿Te has hecho daño al saltar?- se acerca muy preocupada
mientras me siento bien en el suelo sosteniendo mi para nada adolorido pie.
-Uf, sí. No sé, quizá he pisado algo.
-A ver. Quítate la zapatilla, seguramente se te hinche.
Cuando hace el amago de desatar la cordonera atrapo sus
manos y la atraigo hacia mí. Rodamos sobre el césped y logro quedar sobre ella.
-Eres un tramposo.
-Tú has empezado.
-Hm, pensaré en una venganza.
-Eres retorcida.
-Habló el que se inventa esguinces.
-Me encanta que hayas podido venir.
-Como cambias de tema, rubio.
-Hablo en serio.
-Yo también.
-¿Sobre qué?
-Sobre que buscaré una venganza. Pero también estoy feliz
por estar aquí. Aunque… ¿me vas a tener aquí retenida en el jardín todo el fin
de semana?
-Oh, no- me doy cuenta de que aún no la he soltado. La hago rápidamente
y la ayudo a levantarse- Ven, te llevo a caballito hasta casa.
-Ni lo pienses- dice incómoda.
-¿Por qué?
-Hm, ya sabes. No. No quiero… no puedo. No aún.
-Ah, eso. Bueno, lo voy a conseguir algún día igualmente.
-¿Subirme a caballito? Da igual, es absurdo.
-No. Hacer que te des cuenta de que eres preciosa y que no pienses
en la mierda que piensas sobre ti misma.
Y se queda callada hasta que nos metemos en casa. Sigue
callado mientras subimos a mi cuarto. Sigue en silencio dentro de él. Solo
hablo yo, enseñándole mis cosas. Ella solo asiente a todo. Ahora mismo no se en
que está pensando.
POV MICHAEL (SABADO POR LA MAÑANA)
“Creo que te debo una disculpar por ponerme tan estúpido
contigo el otro día en el parque. ¿Tienes algo que hacer esta tarde?” Hm, tan
rápido como escribo el mensaje lo borro. Vamos Michael, piensa. “Hey Scarlett,
¿nos vemos esta tarde?” Mierda, ¿por qué es tan difícil escribir un maldito
mensaje.
Lo intento unas cuantas veces más pero decido desistir. Me doy
una ducha y después de comer salgo camino hacia su casa intentando pensar por
el camino las cosas que le quiero decir. Cuando llego encuentro el portal
abierto así que subo sin llamar. Me he decantado por no pensar en que decir y
lo que tenga que ser será, además quizá ella ni le dio importancia a mi actitud
y soy yo el que está exagerando con las cosas.
Llego a su puerta y toco al timbre. Espero unos segundos y
cuando abre todas mis ganas de hablar con ella y de arreglar lo que pasó
comienzan a esfumarse. Los dos chicos del otro día están en la
entrada, al parecer ya se iban. Scarlett me mira extrañada y espera a que se
marchen para decir algo.
-Estamos juntos en un trabajo de grupo- se excusa, como si
tuviera que hacerlo.
-No tienes que darme explicaciones. Yo solo soy un amigo,
¿no? Bueno, otro más.
-Michael, ¿te ocurre algo? Estás extraño desde el otro día.
-No me ocurre nada.
-Sí, lo sé pero no me lo quieres decir. Tú mismo. ¿Para qué
has venido?
-Solo me pillaba de pasada, he quedado en un rato con unos
colegas.
-Oh. Confiaba en que haríamos algo.
-Si tantas ganas tienes puedo decirles que nos vemos otro
día.
-No, no. No quiero que no vayas por mi culpa. Quedémonos
aquí hasta que te vayas o bajemos a dar una vuelta, como tú quieras.
-Mejor no. No quiero que volvieran tus dos compañeros y sea
yo la molestia.
-¿Por qué dices eso?
-Déjalo, Scarlett. Si total da igual. Me voy.
-¿Vas a volver a irte como el otro día? ¿Vas a volver a no
darme un abrazo al menos?
Arrugo la nariz sin que ella me vea, me giro y me acerco
intentando sonreír. Joder, que difícil es esto. La abrazo preocupado, tengo
miedo de no querer soltarla en toda la tarde. Pero lo hago y me voy de verdad.
Me voy al parque, sé que lo de haber quedado con unos amigos no se lo ha
tragado, no me lo he creído ni yo pero no supe que decir en el momento.
Me siento en uno de los bancos y no puedo evitar pensar en
lo idiota que soy y en lo borde que me estoy comportando con ella. ¿Y que si sí
fuéramos algo? ¿Yo sería así? ¿Con esta inseguridad?
POV SCARLETT
¿Por qué estás actuando así?
No lo aguanto, si él es adorable ¿qué le está pasando? ¿Por
qué se ha puesto así al llegar a casa? Es la misma manera de actuar que tuvo en
el parque cuando conoció a mis amigos. Una maraña de posibilidades me ronda la
cabeza y la que va ganando es la que menos me gusta de todas. No me lo pienso y
cojo mis cosas saliendo a toda prisa de casa. Solo cojo las llaves y el móvil y
al salir a la calle me arrepiento de no haber agarrado un buen paraguas, pues
está chispeando.
(¿Recordáis que dije hace dos capítulos que tenía algo
escrito de Michael y Scarlett desde hace meses? Pues bien, la escena comienza a
partir de aquí hasta el final del capítulo. Para ser sincera la escribí en
abril, cuando solo llevaba un par de capítulos de la novela y aun no me había
decidido por subirla a blog y además es un sueño. Hahahaha, really. Es un sueño
que tuve con él y cuando me desperté por la mañana lo escribí para que jamás se
me olvidara. Suelo hacerlo mucho con mis sueños, idk. Y eso, aquí os lo dejo.
Quise hacer lo posible por adaptar una parte de la novela con este sueño y al
menos a mí me encanta en resultado, sdfjsnldfj.)
Busco a Michael por todo el parque, subo los escalones que
dan a la larga fila de bancos de madera y la recorro casi entera para dar por
fin con un cabello negro con flequillo azul. Me acerco sin hacer ruido y le
tapo los ojos, me agacho para darle un beso en la mejilla y antes de apartar mi
mano su sonrisa aparece en su rostro iluminando el estúpido día nublado, aunque
dura poco tiempo.
-Hola, guapisimo- hago que levante la cabeza y me deje
sentarme para volver a apoyarla sobre mis piernas.
-No creí que me fueras a encontrar.
-Hubiera pateado todo el parque, sabía que estabas aquí. Me
has preocupado cuando te has ido- no puedo parar, me encanta acariciar su pelo-
¿por qué te has ido?
-Hm- musita y arruga la frente.
-¿En serio?- caigo en la cuenta y además es lo que tanto me
temía- dios, Michael, ¿de verdad?
Se pone de pie y evita mirarme.
-Mírame, por favor.
-¿Qué?- por un momento me arrepiento de habérselo pedido, se
me corta el aire con esos ojos azul oscuro.
-No me interesaba ninguno de esos chicos, ninguno.
-Ya- dice secamente.
-Pero no me des la razón así.
-Que vale, Scarlett.
-Michael- pronuncio flojito y agarro su cara entre mis
manos, hago desaparecer la poca distancia que nos separa y enfrento su nariz a
la mía. Teniéndole más cerca me tiemblan aún más las piernas. Me atrevo a dar
el paso sin saber si me rechazará o no, pero me da igual, no voy a permitir que
piense que hay cualquier otro por encima de él.
Rozo sus labios y me da un escalofrío, no me corta y eso me
da más valor para seguir. Nuestro beso comienza de forma extraña pero me muero
de las ganas por continuar. Sus manos rozan mi nuca e inevitablemente abro los
ojos al separar nuestras bocas.
-Ninguno de esos chicos- repito y le abrazo.
-Soy imbécil.
-No, eres adorable.
(LE ODIO BICOS LE AMO, OKAY?)
POV MICHAEL
La tarde había aparecido nublada y era cuestión de tiempo
que se pusiera a llover aunque no esperaba que tan fuerte. Además se empezaba a
hacer de noche.
-¿Dónde vamos?- pregunta poniéndose la capucha de su
sudadera.
-Ven- agarro su mano- vamos a ir a mi casa.
Bajamos las escaleras con cuidado de no caernos y echamos a
correr hacia mi casa. Estamos empapados y no deja de reírse por ello. Sólo nos
queda cruzar una carretera y en ese momento un coche a toda velocidad pasa
frente a nosotros y pisa un enorme charco, tiro de ella hacia atrás pero no
tengo ningún tiempo, termina completamente pasada por agua.
-Joder, lo siento, intenté...
-Calla, sólo es agua- y vuelve a reír y vuelve a besarme-
eso si, como no me des algo para cambiarme te echaré de tu casa y me quedaré yo
sola allí.
-Trato hecho.
Consigo encontrar las llaves de casa y abro cuanto antes.
-Vale, ven. Este es el baño, quítate la ropa- ella eleva un
ceja, ha sonado como a una orden- es decir, que te puedes cambiar y...eso.
-Sigues en modo adorable- se las apaña para darme un rápido beso
en la nariz y se encierra en el baño.
Dejo en el cesto de la ropa sucia todas mis cosas y voy a mi
cuarto para ponerme unos boxers y unos pantalones de deporte cualquiera.
Encuentro uno de mis pijamas en un cajón y lo saco para llevárselo a ella.
-¿Vas a traerme algo?
-Síiii- supongo que luego me matará pero me da igual, toco a
la puerta del baño para decirle que le dejo las cosas en el suelo pero no le
dejo nada. Voy al al salón y dejo la ropa bajo un cojín del sofá- ¡salgo dos
segundos!
Me la cargaría si mi madre viera que no pongo el toldo sobre
la mesa para comer fuera, encuentro la manivela y la enrosco para darle
vueltas. Me quedo en el sitio un momento y miro por la ventana del comedor
hacia dentro, aunque me cuesta por estar completamente empañada. No hace nada
de frío a pesar de la lluvia pero no puedo evitar pasarme las manos por los
brazos.
POV SCARLETT
-No tiene gracia- no ha dejado nada en el suelo- dámelo.
Salgo del baño tapándome cómo puedo, lo único que no me he
quitado han sido las bragas y moriré de vergüenza como no encuentre ya algo
para taparme.
-Por favor, Michael.
Pero él no contesta, escucho un ruido chirriante y me acerco
a la ventana. Está cubriendo los muebles del jardín con la lona. Me cuesta
verle bien pero sé que se acaba de girar. Voy hasta la entrada y apago la luz
para hacérselo aún más difícil, sólo hay una pequeña luz en el jardín. Cuando
vuelvo a la ventana él está aún fuera, echo vaho en el cristal y antes de que
desaparezca le dedico un “TE ODIO” escrito del revés para que él lo pueda leer
bien.
La respuesta no tarda en llegar y un pequeño “mientes”
aparece al lado de mi ya casi desaparecido, te odio. Vuelvo a empañar el
cristal y dibujo un corazón aunque me sale bastante amorfo. La ventana se
empaña justo donde este está y lo sustituye la huella de su mano, sin pensarlo
reacciono igual y coloco mi mano encima. Me río por la situación, tiene que
estar pasando frío el pobre ahí fuera y yo aún estoy aquí en bragas por su
salón.
Ya no aparece nada más en el cristal, lo borro todo con la
mano pero no consigo verle. De pronto me quedo quieta en el sitio, unas manos
se posan sobre mis hombros, están heladas pero no tardan demasiado en regular
la temperatura. Baja poco a poco por mis brazos y yo cierro los ojos con
fuerza, de verdad me da vergüenza como voy pero procuro no pensarlo. Junta sus
manos a la altura de mi pecho y se apoya en mi espalda agarrándome con fuerza.