And if the earth ends up crumbling down to it's knees baby, we just gotta get out we just gotta get out. And if these skyscrapers, tumble down and crash around babe, we just gotta get out, we just gotta get out.

lunes, 11 de agosto de 2014

Capítulo 39

(Chicas. Es muy cortito y tal pero porque quiero hacer maratón para el capítulo 40 y ya subirlo entero pero al menos os doy un poquito ahora en el 39. Si lees esta fic, gracias, asflnaslfjkswef. Por cierto perdí los user de la gente a quien avisaba por tweets, solo he avisado a los que me acordaba. Dímelo si quieres que te siga avisando y vuelvo a apuntarte)


3 DE NOVIEMBRE

POV CALUM

-Entonces, ¿sigues pensando igual?- suspiro al teléfono.
-Marie, lo tengo controlado.
-Vale. Te dije queme valía si tu ibas a estar bien.
-Que sí. No te pongas en plan madre responsable.
-No es madre responsable. Calum, no pretendas que no me preocupe. Una pequeña prueba y ya está, ¿verdad?
-Que sí, eso fue lo que te dije- o eso espero yo.
-Ten cuidado. Nos vemos mañana.

POV ALLISON

Casi dos semanas, que asco. Una parte de mí ese día creía que todo era una broma, que la cosa no iba en serio. Pero es cierto, tan pronto como vino Calum se fue y me dejó.

No ha sido nada fácil coincidir con él por los pasillos del instituto y menos fácil está siendo preparar todas las cosas para el baile de mañana en el pabellón con él. Al haberse comprometido aquel día ahora tenÍamos que estar varias horas aquí metidos poniendo lazos en mesas, inflando globos con helio y tirando confeti por diferentes sitios.

No habíamos vuelto a hablar desde aquella conversación pero en algún momento Íbamos a tener que decir algo esta tarde. Me da miedo romper el hielo. Tiene una cara de pocos amigos que asusta. Pongo las servilletas de una de las mesas y mientras él se sube a una escalera para que tres globos queden bien amoldados en una esquina del gran espacio.

Me quedo mirándole de abajo hacia arriba, su camiseta de tirantes de marca por todo su torso y los pantalones negros rasgados no ayudan en esto. Levanta los brazos y acomoda los globos. El camino que hago hasta los dedos de sus manos se me hace muy largo. Cuando termina y va a bajarse se da cuenta de que le estoy mirando.

Vuelvo a mi faena rápidamente y escucho como se lleva las escaleras hacia otra esquina.

-¿Tengo que ponerlos de los mismos colores?

Eso es lo primero que suelta después de tantos días. De verdad se creerá que en estos momentos a mí los globos me importan lo más mínimo.

-Si quieres.
-Pues vale.

Me llevo la caja del confeti hasta el escenario. Cojo un rollo color verde, lo adapto entre mis dedos gordo e índice y soplo haciendo que caiga graciosamente sobre uno de los altavoces. Cojo otro color morado y esta vez cae sobre la mesa de los CDs. Otro rosa cae por los escalones. Cojo uno amarillo y otro blanco, uno lo quiero para enrollarlo por el palo del micrófono y otro para que quede colgando hacia abajo. Enrollo el del palo y busco el punto exacto para poner el blanco.

Cuando soplo y el papel sale disparado se le ocurre pasar justo por delante y alcanzo a darle en todo el cuello. Cuando se gira hacia mí le cae por toda la camiseta. intento controlar la risa y me pongo seria.

-No deberías haber pasado. Eres muy oportuno.
-Lo que tú digas- borde de mierda.
-Pedir disculpas es gratis. Se ve que no estás acostumbrado. Lo normal si cometes una estupidez es pedir disculpas. ¿No te lo han enseñado? Ah y puedes dejar de ser tan arisco, que nadie te obligó a estar aquí, quisiste tú. Claro que tú quieres las cosas según te convienen.
-Allison.

Me mira como si me fuera a matar. Levanto la rodilla ya que me he puesto a recoger el confeti desde arriba. Agarra la otra punta y va acercándose hasta el borde del escenario. Siguiendo el papel blanco llega hasta mi mano, me acerca a él y me besa con fuerza.

-Cierra ya la boca.

Tengo que pasarme los dedos por los labios para creérmelo, aun están húmedos.

-¿Quién, coño, te has creído que eres?- Me bajo de allí furiosa- haz eso de nuevo y te dejo la mano marcada en la cara. Gilipollas.

Se gira de golpe dejando caer un vaso en la mesa que casi rueda hasta el suelo. Pero lo coge a tiempo.

-¿Puedes callarte ya o no?
-Pero bueno, ¿de que vas tú ahora?
-Dios- apoya las manos en la mesa.

Recuerdo el día en que se ofreció voluntario para esto de ayudarme. Yo le había abrazo por detrás mientras íbamos de camino al despacho de dirección. Pongo una mano en su hombro, desciendo por su espalda y le abrazo más fuerte que aquella vez. Le escucho respirar con rapidez.

-Me da igual que no vayamos a seguir o que tú estés confundido, pero dime por qué estás así. Tú no eres así.
-¿No te dije que esperaras al día del baile?- mira hacia la puerta apurado y se suelta de mi agarre.
-No me quieres decir lo que vas a hacer y eso me preocupa.
-No voy a hacer nada.
-Que no me mientas.
-Pues si vives más feliz pensando eso.
-Calum, mírame- le separo de la mesa- joder, mírame.

Agarro su cara, todas sus facciones están apretadas y poco a poco empieza a calmarse.

-Haz lo que quieras, ¿vale? Solo prométeme que vas a estar bien- él mira de nuevo hacia la puerta.
-Te lo prometo.

Alzo los pies para llegar mejor a su cuello. Sus brazos agarran mi cintura con más ansia con la que yo le abrazo a él. No quiero perder esto, no quiero perder mi lugar favorito.


4 DE NOVIEMBRE

POV ASHTON

-Di que sí, di que sí, di que sí.
-Pero es que me da verguenza.
-¿Por qué? Si vas a ser la más guapa.
-Ya estamos con la cabeza loca.
-Llevo razón.
-No estoy segura. No tendría nada que ponerme.
-¿Cómo que no? ¿Por qué crees que son las 10 de la mañana y estoy hablando contigo y no en el instituto? Hoy no hay clases. Pensaba acompañarte a comprar algo.
-No te quieres venir de compras con una chica.
-Cierto. No con una chica pero con mi chica sí.
-En serio, eres genial.
-Nah. Soy un 6, tú eres un 10.
-¿Cómo que un 6? Solo tu risa ya es de 10.000, en serio, adoro tu risa.
-Entonces vamos de compras y la escuchas todas las veces que quieras hoy.
-Siempre vas a conseguir convencerme. No es justo.
-¡Bien!- cuelgo el teléfono. Ashton 1, complejos 0.

POV LUKE

No tengo ganas de ponerme un traje por lo que opto por unos pantalones oscuros y una camisa roja de cuadros. Dejo mi pelo peinado hacia arriba y me pongo los zapatos. Marie viene a por mí en coche y tiene que estar al llegar. Cojo las lleves de casa y me echo un chicle a la boca.
Espero en el porche mientras juego con el móvil, no puede tardar mucho más. La veo aparecer y me acuerdo de todas aquellas veces en las que decía que conducir le daba miedo, que no sabía como iba a ser capaz de sacarse el carnet. Y realmente no se cómo después de lo que pasó es capaz de volver a tocar el volante. Me hace admirarle aún más.
Cuando baja del coche y veo como va vestida me da un vuelco el corazón. Es el mismo vestido del día de la boda. Va exactamente igual pero esta vez el rojo de su pelo teñido parece brillar mucho más frente a los últimos rayos de sol. Pero más rojos están sus labios. Empiezo a perder la cabeza por ese color. Aquel día me parecía que iba tan preciosa... y no hice nada. La miro asintiendo y recorriendo todo su cuerpo.

-Ya, ya se que es el mismo . No tengo demasiados y ya me puse uno negro y dorado para el cumple de mis primos este fin de semana.
-Pero si no te he dicho nada- guardo el móvil y compruebo que he cerrado bien la puerta. Voy hacia ella.
-Sé que lo has pensado. Siempre estás en todo- eso último lo dice intentando que no la escuche.
-Pero si te encanta- me mira avergonzada por haberla oído.
-¿El qué?
-Que esté en todo- paso mis mans por su pelo para agarrarla.
-Ey, vas a destrozarme el pintalabios.
-Bueno. Mejor destrozzar eso que el rimel, ¿no crees?
-¿Cómo el rimel?
-Olvídalo- le doy un beso en la frente y se que ha sonreido.