CAPÍTULO 41
POV CALUM
Me remuevo sobre la cama del hospital.
No recuerdo nada después de la paliza de esos brutos, tan solo sé
que desperté en esta cama. Mi labio está hinchado y aún me duele
horrores cuando me dan ganas de estornudar. La muñeca izquierda la
tengo fracturada y me cuesta muchísimo sentarme por las patadas que
me dieron en el estómago. Aún así se que hice bien arriesgándome,
y confío en que Marie ya le haya pedido la grabación al director.
En pocos días el padre de Johnny verá lo buena persona que es su
hijo.
-Buenos días- dice mi madre entrando,
mi padre va detrás.
-Son casi las 3 de la tarde, mamá.
-Has conseguido dormir unas horas con
ese calmante.
-¿Dónde está mi hermana?
-En casa, va a traerte algo de ropa.
Que ella se conoce mejor tus gustos esos raros de ropa rota- sonrio
anchamente hasta que el labio vuelve a recordarme que duele como la
mierda.
-¿Allison sigue dormida?
Cuando logré despertar esta mañana
había conseguido quedarse dormida en el sillón de la habitación
pero ya no estaba allí. Y me estoy muriendo por verla y por saber si
me ha perdonado.
-Joy, voy a por un café. ¿Te traigo
algo?
-No. Bajo contigo, la niña viene ya de
camino. La esperaré abajo.
-Hola, guapa- escucho decir a mi padre
cuando abre la puerta- pasa, está despierto.
-Hasta luego, señores Hood.
Cierras la puerta y te giras a mí. A
pesar del pelo revuelto y poco peinado y el vestido mal colocado
sigues estando preciosa. Veo tu lazo azul en tu muñeca, no se cuando
ni porque te lo has quitado. Te acercas a mi y te dejo sitio para
sentarte. No dices una palabra así que tal solo aprovecho para
desatar el nudo del lazo y acariciarte el pelo colocándotelo bien.
Peino tus rizos con los dedos y te pongo el lazo anudándolo a un
lado de tu cabeza.
-Calum- agarras mi mano cuando acaricio
tu mejilla.
-Sé lo que me vas a decir. Pero tenía
que hacerlo, no me arrepiento.
-¿Te das cuenta de lo tonto que eres?
-Me doy cuenta.
-Estás loco. En serio.
-Lo siento.
-En cuanto te vi pensé lo peor.
-Perdón.
-No te disculpes más.
-Estás enfadada.
-¿Cómo voy a estarlo? Estás bien.
Cuando me metí contigo en la ambulancía entraste en parada
respiratoria.
-¿En serio?
-Aha. Me has asustado muchísimo.
-Mientras ya no te moleste más me da
igual. Vamos a mandarle el vídeo a su padre.
-Claro que no va a molestarnos más.
-¿Molestarnos?
-¿Creías que te librarías de mí
después de esto?
-Creí que no querrías volver a verme
la cara. He sido un borde contigo estos días. No merezco que estés
aquí ahora mismo.
-No eres consciente de lo que mereces.
-Me alegra saber que tú ahora sí.
-¿Te sigue doliendo mucho el labio?
-Uf, un montón- le echo mucho drama al
asunto.
-Que pena entonces- intentas levantarte
y obviamente no te dejo.
-Ay... a ver... espera, duele un poco
menos ahora. Cuanto más cerca estás menos duele.
Me pasas los dedos por el moratón de
la comisura. Por un momento gimo de dolor. Acaricias toda mi cara,
las cejas, los pómulos... como puedo te siento sobre una de mis
piernas. Pegas tu nariz a la mía y separo los labios esperando a que
te decidas. Rozas mi labio inferior hundiendo las manos en mi pelo.
Capturo tu boca como puedo, lentamente. Baila sobre la mía.
-¿Quieres dejar de salir conmigo en
secreto?- preguntas cuando me besas tímidamente en la nariz.
-¿Hace falta preguntarlo?
Me abrazas sin apretar. Acaricio tu
espalda y me reconforto con tu aroma.
POV MICHAEL
-Lo celebramos en mi casa. El sábado
por la noche.
-No sé si a tus padres le va a hacer
gracia.
-¿Qué mas da? Se van a París el
viernes, y aunque no lo hicieran lo haría igual.
-Michael... pero si la gente destroza
algo, es tu casa, no quiero que rompan nada.
-Será en el sótano. No hay mucho que
romper y no invitaremos a mucha gente. Solo a quien tu quieras y a
los chicos, si quieres claro.
-Claro que quiero.
-Pues eso. Tu cumpleaños es el
domingo, déjame prepararlo.
-No.
-Scarlet, vamos.
-Digo que no lo vas a preparar solo. El
sábado por la mañana te acompaño a por todo, ¿vale?
-Vale.
-Y pago yo.
-Y pagas tú- suspiro al teléfono.
-Una cosa más.
-Sé lo que vas a decir.
-Pues que no se te olvide. Un solo
regalo y te lo tragas, bastante hiciste con el concierto. ¿Está
bien?
-Está bien.
-Prométemelo.
-Te lo prometo.
(Flashback)
-Eeeeey, pokemon- doy casi un bote en
el sofá sobre tu pecho mientras me acaricias un brazo.
-Joder, que susto.
-Auch- me llevo un merecido manotazo en
el hombro.
-La emoción del momento.
-Luego me dices que no te llame
pequeño, si eres peor que los niños.
-Te gusto- pongo una cara de pena.
-Que va- me apartas de tí.
-Scarlet- agarro tu cintura para
freirte a cosquilla.
-Ni se te ocurra, enano. Sabes que tu
tienes más que yo y sé defenderme.
Estallas a reír cuando hundo los dedos
en tu piel y te acaricio. Mueves los pies bajo el peso de mi cuerpo.
Te cuesta respirar y aprovecho para besarte en el cuello, suspiras.
Me encanta saber tus puntos débiles.
-¡Michael!- vuelves a estallar a reír.
-Dímelo y paro.
-Vale, vale. Tú ganas.
-Dímelo- te doy un rápido beso- dí-
otro beso- me- otro más- lo- uno más largo.
-Me gustas. Claro que me gustas. Y
también que seas como un niño pequeño.
-¿Ves que fácil?
Vuelvo a la misma posición que antes,
esta vez me acaricias el pelo lentamente.
-No me creo que no te guste esta serie.
-Yo no he dicho que no me guste. Solo
es que soy más de los animes románticos. Arco iris y purpurina, ya
me entiendes.
-¿Y ningún pokemon te a gustado
nunca? Con lo monos que son.
-Sí. Siempre he tenido uno como
favorito.
-Dímelo ahora mismo.
-Hmmm... no.
-Babe, no empecemos. ¿Quieres más
cosquillas?
-Cabrón.
-Que cosas más bonitas me dices. ¿Qué
pokemon te gusta?
-¿Qué mas da?
-¿Cómo que qué mas da? Quiero saber
cual es el pokemon favorito de mi chica favorita.- No respondes, se
que simplemente te has sonrojado.- Suéltalo.
-Aish. Pesado. Es Squirtle, ¿contento?
-¿De verdad?
-De verdad. Me parece muy cuqui, jo.
Además siempre me han gustado más los de agua.
(Fin del flashback)
Cuelgo el teléfono y vuelvo a borrar
el papel. No me gusta como queda la cola. La verdad es que no me
gusta el dibujo en general, dibujo horriblemente mal. Pero bueno, no
creo que rompa a la promesa. No voy a comprar nada, ¿no?
POV LUKE
Me pongo bocabajo en la cama leyendo el
artículo este tan aburrido que me ha tocado para hacer una
redacción. Habla sobre tecnología y cosas así pero es infumable.
Acabo de hablar con Calum, al menos sabemos que después de un par de
días mañana vuelve a las clases. Sinceramente creí que la persona
que iba a llamarme era otra, pero no, no ha dado señales de vida. No
sé si... fui demasiado duro. Pero no logro entender como pudo
callarse algo así, a los demás vale pero, joder, ¿a mí?
Sin duda el que ahora podría saber
algo de ella es Michael, de eso estoy seguro. Me acomodo en el sofá
con un sandwich de pavo y queso y marco su número. Perfecto, no me
lo coje. ¿Debería llamarla a ella? Tengo miedo a no ser capaz de
dirigirle una palabra sin volver a pensar que tiene la culpa de todo
esto.
De todos modos tiene que estar
odiándome con todas sus ganas después de lo que le dije. Maldita
sea, Luke, después de lo que pasó tú vas y le dices que te olvide.
Eres de lo peor y vas a perderla como no hagas algo ya.
POV MARIE
Llego a clase algo temprano y dejo mis
cosas en la mesa. Intento sentarme con Mali pero me gira la cara
automáticamente cuando la saludo. Genial, otra mas. No pienso volver
a meterme en nada ni ayudar a nadie, total, si estas son las
reacciones. Lo peor es que Calum se lo habrá explicado y aun así
ella no quiere saber nada de mí.
-Mali, lo siento. No me hables, vale,
pero quiero que sepas que os pido perdón a todos por no haber dicho
nada cuando tu hermano me lo contó. Me pidió que confiara en él.
Su cara parece más amable pero sigue
sin dirigirme la palabra, me rindo. Me voy a la última fila a
sentarme y lo único que hago es rematar mi día de mierda.
-¿Qué haces tú aquí?
-Bueno, tengo que recuperar esta
asignatura, ya era hora de venir a clase- dice con una sonrisa en la
cara. Ni si quiera parece malévola- ¿y tú? ¿qué haces aquí tan
atrás? Tú eres de las de primeras filas.
-Por cambiar- miento.
-Ya- no parece que cuele mucho- ¿y qué
tal con ese niñato? ¿sigues siendo una asaltacunas?
Claro, ¿cómo no? Kevin cree que estoy
con él desde que nos vio en la boda de su hermano. Intento sonreír
ante el estúpido comentario pero me encuentro a mi misma bloqueada
al no saber que contestar, si ni quiera se si quiere volver conmigo,
ni si quiera me ha dirigido la palabra en estos días.
-No. No estoy con él.- o eso es lo que
creo. No me doy cuando de lo que duele decirlo hasta que me escucho
hacerlo.
-Hm, pues bueno, el niñito se lo
pierde. Yo tampoco estoy con nadie- añade.
-Se te veía muy pegado a ella en la
boda. ¿Cuánto tiempo tardaste en irte con otra? Más que conmigo
espero.
-No nos mintamos, Marie. Tú querías a
Luke cuando estabas conmigo y yo fui un capullo cuando te hice eso,
pero los dos nos estábamos engañando.
-Supongo que tienes razón.
-¿Por qué esa cara?
-Solo estoy preocupada.- le explico
brevemente y sin detalle lo de Calum. En ningún momento me hace
sentir que yo tengo la culpa.
-Osea, que por eso el rubito se ha
enfadado.-asiento.
-Bueno, no voy a molestarte mucho más-
sigue con los ojos al viejo profesor mientras entra por la puerta-
además ya ha llegado la alegría de la casa- dice irónicamente, el
señor Harrison es la seriedad personificada- ¿Amigos?
-Amigos- sacudo su mano. Me agarro a la
única persona que parece creer que no soy una completa inútil que
ha dejado que le peguen una paliza a alguien.
Siguelaaa! Es realmente buena!
ResponderEliminar