CAPÍTULO 27

RICURAS FELIZ AÑO!!!! :3 Siempre tardo mucho pero aquí estoy de nuevo, entre que escribo cuando puedo y que casi nunca encuentro inspiración y tranquilidad (y mira que se todo lo que quiero escribir). En fin siempre cuesta un poquito pero a mi me encanta hacerlo y si encima hay gente que disfruta leyendo pues mejor que mejor. Ya me diréis que tal y si os gusta. Muchísimos besitos y muchísimos deseos buenos para este recién estrenado 2014. <3

PD: Me quiero obligar a subir capítulo cada fin de semanas (a partir del 25-26)  o al menos cada 10 día y aish espero conseguirlo.

PD2: POR FAVOR SI OS CAMBIAS LOS USER EN TWITTER DECÍRMELO QUE LUEGO ME VUELVO LOCA A LA HORA DE AVISAR Y HAY VECES QUE NO HE PODIDO AVISAR A ALGUNAS PORQUE NO LAS ENCUENTRO :(

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POV SCARLET

(Continuación)

Apoyo mi nariz en su muñeca y me aferro a sus brazos. Ninguno de los dos decimos una palabra y yo tan solo me limito a cerrar con fuerza los ojos, me acuerdo de James, me acuerdo de cómo eran sus abrazos y de lo inmensamente feliz que y me sentía cuando estaba con él. Y ahora mismo me siento igual y no quiero dejar de sentir esto. Cuando apenas pasa un minuto noto como aprieta un poco más fuerte, abro los ojos y cojo aire.

-¿Vas a soltarme algún día de este año?

-No, porque llevo desde el día en que te vi por primera vez en el parque, cuando Tommy se te escapo y vino conmigo, queriendo hacer esto. Por eso no te voy a dejar ir.- Yo tampoco quiero dejarle ir.

-Déjame ponerme algo encima, me está entrando frío.

Se tapa los ojos con las manos y palpa por los cojines del sofá hasta levantar uno de ellos y darme lo que parece ser un pijama de Pikachu. No sé qué me ha parecido más tierno, si lo de no mirar o lo del pijama. Me visto rápidamente con él de espaldas a mí.

-No insinúo nada, no me malinterpretes, no he estado con nadie desde lo de James, solo es que me ha sorprendido algo... hm, normalmente los tíos te traen a casa cuando están solos para otras cosas.- le doy un toque en el hombro para hacerle saber que ya se puede girar.

-Normalmente los tíos son unos capullos. Y no se ni me gusta ser eso. Aparte lo de estar solo en casa no es nada nuevo- eso llama mucho mi atención.

Intento hablar pero simplemente no puedo. Me miro para ver qué aspecto tengo con su pijama, creo que estoy graciosa y todo. Él asiente, dándome su aprobación.

-Debería haberme imaginado algo por el estilo, pequeño- señalo los mofletes de pikachu.

-Prohibido.

-¿Qué?

-Que tú una vez en tu casa no me dejaste darte las gracias así que he encontrado algo que yo no te voy a dejar hacer. Decirme, pequeño.

-¡Pero eres pequeño! Al menos más que yo.

Se ríe y tuerce la sonrisa. Acorta la distancia que nos separa y se queda frente a mí demasiado cerca, no nos diferencia demasiada altura aunque él queda un par de centímetros por encima de mí. Pero tiene una expresión tan seria y a la vez, ¿sexy?... sí sexy, sensual es la palabra, en su rostro que me hace sentirme aún más diminuta. ¿De verdad aun no tiene los 18 años) Evito bajar la vista a su abdomen o sus brazos temiendo perder la cabeza, muerdo mi labio inferior y enfrento su mirada a la mía sabiendo que seré la que pierda.

Un leve tirón de la camiseta del pijama hace que nuestras bocas choquen y vuelvo a dejarme llevar.

(Hago un pequeñin recordatorio de que la fic no va pareja al tiempo real, que aquí estamos en octubre del 2013 y Michael aun tiene 17)

POV MICHAEL

Esto me empezaba a parecer tan difícil que no me puedo creer que la tenga aquí. Tengo miedo de decir cualquier estupidez y que se largue pero pienso que no lo haría. La abrazo y dejo un rastro de besos en su frente, incluso la escucho reír, es preciosa.

-¿Puedo preguntarte algo?

-Hm- murmuro dando a entender que sí.

-¿Por qué dices que lo de estar solo no es nada nuevo? Me refiero a aquí en tu casa. Tus padres me parecieron bastantes simpáticos cuando les vi, ¿trabajan muchas horas o algo así?

-Eh- suspiro y evito el tema me siento en el sofá y pongo la tele en un canal cualquiera.

-Eso significa que no me lo quieres decir.

-No, significa que es de lo último que te apetecería hablar, te lo aseguro.

-Venga, prueba.

-No es que trabajen mucho, es más que yo pinto poco aquí.- sigo mirando la tele y cambiando canales deseando que deje el tema a un lado.

-¿Cómo que pintas poco?

-Dejémoslo, por favor. Todo estaba bien hace un minuto.

-Y todo va a seguir bien, que yo sepa no me voy a ningún sitio- me quiero el mando a distancia y apaga el televisor.- Yo confié en ti, ¿verdad?-asiento- ¿tú no puedes hacerlo conmigo?

-Sí que puedo, supongo. Solo que no imaginaba que fuera ahora mismo.

-¿Te gusta el chocolate caliente?

-¿Qué tiene que ver?

-¿Tienes cacao para hacer chocolate caliente?

-Sí, pero…

-Sí pero nada, está lloviendo y siempre suelo hacer chocolate en los días así, hoy no voy a dejar de hacerlo y va a ser contigo. Después me vas a contar lo que pasa, por favor.

-¿Siempre vas a ser así? No sé, tan cariñosa. Eres agradable.

-Eso depende de cuánto tiempo me dejes serlo.

Solo volvemos a sonreír y se acerca a mí de rodillas sobre los cojines, tira de mi brazo repetidas veces y no para hasta que me arrastra a la cocina. Saco el cacao y la leche y ella se pone a hacerlo todo mientras me quedo sentado en uno de los taburetes de la mesa. Cuando lo sirve en la mesa se sienta frente a mí y con tan solo mirarme se lo que quiere. Que empiece a hablar.

-¿Qué pasa con tus padres?

-A ver- le doy el primer sorbo al chocolate, está ardiendo- sí que trabajan y todo eso pero no se preocupan mucho de mí. No sé si me entiendes. Vamos que puedo desaparecer una semana, que al volver ni se inmutarían.

-No digas eso.

-Es que es verdad.

-¿En serio es tan malo?

-No es lo que se dice malo, pero podría ser mejor. A veces estaría bien que te preguntaran que tal ha estado tu día al llegar a casa o cosas así. El otro día fueron así contigo por aparentar, supongo. Pero desde dentro nada es igual a como parece.

-Me estás poniendo triste.

-No te tenía que haber dicho nada, pero se te da demasiado bien insistir.

-Al revés. Prefiero que me lo digas, de verdad. Yo muchas veces me quejo de lo mucho que preguntan que si a donde voy y cuando volveré y todas esas cosas pero no sé pienso que solo quieren saber si estaré bien.

-Pues eso.

-Escúchame. Peor para ellos que no saben lo que se pierden. Tú eres genial, Michael y si no quieren pasar tiempo contigo o simplemente preguntarte cómo estás sabes que tienes a tus amigos que son super majos y sabes que yo también voy a estar aquí.

La miro perplejo y sin saber que contestar.

-Y ahora viene cuando me repito en lo anterior. En que eres demasiado encantadora.

-No, ahora viene cuando te digo que sigo pensando que no sería malo, cuando me confundí y creí que tú me habías pedido salir y te lo pido yo a ti.

POV LUKE

La mañana del domingo se me estaba haciendo más que eterna, no había recibido noticias de Marie y aunque me muero de ganas de ir a verla a su casa me estoy aguantando por si aún no está adaptada a esto. No tengo demasiadas ganas de hacer nada así que solo cojo mi guitarra y empiezo a tocar notas al azar, tampoco tengo la cabeza para componer.

Es uno de los pocos domingos que no me he ido a casa de mis abuelos a comer, siempre lo hacemos mis padres, hermanos y yo pero con tal de no salir de casa hoy sería capaz de atarme a la cama. Bajo con desgana las escaleras y voy hasta la cocina, la tripa me ruge un poco, desde el rápido desayuno de cereales con leche no he comido nada. Encuentro pizza en el frigorífico, la meto en el horno y lleno un vaso con refresco de naranja. En la tele no hay nada que no sean películas cutres así que decido buscar y poner una mía a ser posible de risa, rebusco en el ordenador y paso, Harold & Kumar Go to White Castle (Dos colgaos muy fumaos) al pen drive para conectarlo al televisor. A los 15 minutos suena el pitido del horno, corto la pizza y me la llevo hasta el salón en una bandeja.

En la parte de la aparición de Neil Patrick Harris alguien llama al timbre, me parece demasiado temprano para que mi familia haya vuelto pero tampoco me extraña. Paro la película y voy corriendo a abrir derrapando con los calcetines al llegar a la puerta. Casi grito de la alegría al verla delante mía pero procuro contenerme aunque me cuesta. No me da ningún tipo de saludo efusivo más bien parece querer hablar conmigo incluso podría decir que esta preocupada o hasta enfadada por algo pero en este momento me da igual porque está aquí, ha venido a verme.

-Pasa- me hago hacia un lado- ¿has venido sola?

-Me ha traído mi madre, pero en cuanto he visto tu casa se que la conozco y que he estado aquí antes- se alegra de haberlo recordado.

-Eso es genial.

-Me dijiste que te llamara si recordaba algo pero es que no lo he hecho, o bueno no lo sé, solo he encontrado algo y necesito explicaciones.

Nos sentamos en el sofá y ella saca del bolso una libreta color verde con un gatito dibujado.

-Es mi diario, sí es una estupidez pero creo que me servirá bastante.

-¿Servirá?, ¿Aún no lo has leído?

-Sí, lo he hecho, solo las últimas páginas. Luke, ¿por qué pone que te odio y que tienes que disculparte conmigo?, ¿qué tiene que ver la chica de tu instituto, Aleisha, con todo esto? Aquí escribí que eres un egoísta y que entendiste algunas cosas como tu quisiste. Y yo... yo no entiendo nada y no me atrevo a mirar los días anteriores. Odio que me esté pasando esto- se tapa la cara con las manos y rompe a llorar. Tiene que ser asquerosamente frustrante.

-Yo puedo explicarte cuanto quieras, pero si te sorprendiste de lo de las fotos de tu armario esto podría hacértelo pasar peor. Imagino.

-Me da igual.

-Vale, te lo voy a contar todo pero no ahora. No estás precisamente tranquila y se que cuando te lo diga posiblemente no me creas pero entonces podrás recurrir a tu diario para comprobarlo, ¿vale?

-Supongo que tienes razón.

-La tengo.

-¿Qué debo hacer ahora?

-Pues lo que quieras. ¿Has ido a ver a Mali?, se que aún no has empezado a ir a clase.

-Sí, fui a verla y Calum también estaba en casa y creo que le pasa algo pero no le pregunté porque invertí todo mi tiempo en Mali y en las cosas que me he perdido en clase. Luego me sentí mal por no ver que tal estaba él.

-Bastante tienes con todo esto, no te preocupes. Calum nos tiene a todos nosotros y sabe que a ti también.

-Aun así quiero saber que como se encuentra. Mañana le veré, bueno a todos. ¿Dónde están Ashton y Michael? ¿No ensayan los fines de semana?- elevo una ceja- perdón, ensayáis.

-No me excluyas así como así del grupo, hombre.

-No es mi culpa, me cuesta bastante.

-Ya sé, vamos a jugar a la play y te voy a dar una paliza. ¿Qué te parece?

-Que te la voy a dar yo a ti.